Cuenta una de las leyendas urbanas de Lima que el escultor español Mariano Benlliure ganó un concurso tomando en sus manos la responsabilidad de la escultura del Libertador San Matín que fue inaguarada en la plaza del mismo nombre el 17 de Junio de 1921 con motivo del Centenario de la Independencia del Perú.
Ya de por sí la escultura tenía inconvenientes externos como por ejemplo que justo en ése entonces se estaba renobando varias plazas de Lima, incluída la de San Martín, y bueno como en nuestra ciudad no había gente especializada para dichos trabajos, se tuvo que contratar personas de La Paz y Arequipa para tan ardua labor.
Otro inconveniente fue el hecho de no contar con los implementos para usar el mármol ya que se tenían que colocar sobre los zócalos, así que Lima fué "obligada" a crear una industria nacional marmolera.
Con tantas dificultades y baches Mariano colocó un auquénido (la llama) sobre el casco de una de las figuras de acompañamiento, supuestamente debería estar una llama de fuego simbolizando la libertad. Pero ese "pero" es muy conveniente aqui, se dice que no fué un accidente ya que al rededor del casco también estan dos cornucopias (representanción de la abundacia) y en sus manos lleva dos hojas de olivo o quina, alegando asi que se quizo representar el Escudo del Perú.
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